La planta del cannabis ha acompañado a distintas culturas durante siglos, no solo por su versatilidad, sino también por la gran variedad de usos que ofrece. Más allá de sus flores y tallos, una de las partes menos conocidas pero más valiosas son sus semillas. La versatilidad de estas pequeñas plantas es tan amplia, que tiene usos que van desde la medicina natural tradicional hasta la industria alimentaria moderna. Esta versatilidad ha llevado a que el aceite de semilla de cáñamo se convierta en un punto de encuentro entre la tradición y la investigación científica moderna, con muchos expertos poniendo su ojo sobre su potencial. Hoy hablaremos de uno de sus formatos más populares: el aceite que se extrae de las semillas de cáñamo, a veces sencillamente conocido como aceite de cáñamo.
¿Qué son los aceites de semilla de cáñamo?
El aceite de semilla de cáñamo se obtiene a partir del prensado en frío de las semillas de la planta de cáñamo. Se trata de un aceite vegetal rico en ácidos grasos esenciales, vitaminas y compuestos naturales que han captado la atención de investigadores y fabricantes de productos funcionales. Es importante no confundirlo con el aceite de CBD, que se obtiene de las flores de la planta y que contiene otros compuestos, como cannabinoides, con propiedades y potenciales diferentes. Aunque ambos provienen de la misma planta, son productos distintos tanto en composición como en posibles aplicaciones.
Usos tradicionales del aceite de semilla de cáñamo
Antes de atraer la atención de la ciencia moderna, el aceite de semilla de cáñamo ya formaba parte de la vida cotidiana de muchas comunidades gracias a su versatilidad. Se utilizaba en la elaboración artesanal de jabones y ungüentos, como aceite vegetal en la cocina tradicional y como base natural para conservar alimentos. También servía como combustible para lámparas, en pinturas hechas a mano y como recubrimiento protector para madera o tejidos. Estos usos, transmitidos de generación en generación, muestran cómo este aceite era aprovechado de forma práctica y sencilla mucho antes de que se convirtiera en un ingrediente de interés para la industria contemporánea.
Potenciales usos del aceite de semilla de cáñamo respaldados por la ciencia
Además de sus usos tradicionales, en los últimos años la ciencia ha profundizado en el estudio de las semillas de cáñamo y su aceite. Varios estudios han identificado compuestos interesantes que podrían aportar beneficios en distintos ámbitos de la salud y el bienestar. A continuación exploraremos algunas de las áreas en las que la investigación ha puesto el foco.
Aceite de cáñamo para el dolor e inflamación
Entre los componentes naturales de este aceite destaca el ácido gamma-linolénico (GLA), un tipo de ácido graso esencial que ha sido objeto de estudio por su posible papel en la regulación de procesos inflamatorios. Investigaciones como la de Kamle et al. (2024) señalan que este compuesto podría contribuir a reducir señales de inflamación en el organismo, lo que abre un campo interesante para comprender cómo este aceite interactúa con nuestras funciones internas. Este potencial antiinflamatorio ha generado interés en situaciones donde la inflamación juega un papel importante en la incomodidad física o para manejar el dolor que puede provocar.
Potencial cardioprotector del aceite de cáñamo
Otro aspecto que ha llamado la atención de la ciencia es su perfil graso. Aproximadamente un tercio de la semilla está compuesta por aceites ricos en ácidos grasos saludables, especialmente omega-6 y omega-3. Estos ácidos grasos han sido asociados con la salud cardiovascular en diversas investigaciones. Según Tănase et al. (2024), estos compuestos podrían contribuir al equilibrio de los niveles de lípidos en la sangre y al mantenimiento de la función vascular. Además, contiene tocoferoles, compuestos con propiedades antioxidantes que podrían reducir el riesgo de alteraciones relacionadas con el sistema cardiovascular y otras condiciones degenerativas.
Potencial antioxidante
Además de su contenido en proteínas, grasas y fibra, las semillas de cáñamo también concentran micronutrientes valiosos como vitamina E, magnesio, fósforo y zinc. Lo más interesante es que estos nutrientes se combinan con compuestos antioxidantes naturales como fitosteroles, flavonoides y carotenoides. Según Tănase et al. (2024), estos compuestos tienen la capacidad de proteger las células frente al desgaste causado por el llamado “estrés oxidativo”.
Este proceso ocurre cuando en el organismo se acumulan moléculas inestables, conocidas como radicales libres, que pueden dañar tejidos y acelerar el envejecimiento celular. En términos sencillos, los antioxidantes actúan como un escudo que ayuda a proteger la piel, los tejidos y las funciones internas frente a ese desgaste.
Cuidado de la piel
Gracias a las propiedades antioxidantes y al equilibrio de ácidos grasos esenciales, el aceite de semilla de cáñamo ha despertado interés como posible aliado en el cuidado de la piel. Estos compuestos podrían contribuir a mantener la barrera cutánea hidratada, flexible y protegida frente a agresiones externas. Además, su potencial para modular procesos inflamatorios ha llevado a que se explore su uso en productos que buscan calmar, suavizar o nutrir la piel. Aunque la investigación aún está en desarrollo, el cáñamo se perfila como un ingrediente vegetal prometedor para el bienestar cutáneo.
¿Las semillas de cáñamo tienen CBD y THC?
Las semillas de cáñamo provienen de la misma planta que se asocia con compuestos como el THC y el CBD, pero su composición es muy distinta. A diferencia de las flores de cáñamo, también conocidos como cogollos CBD, las semillas contienen cantidades muy pequeñas de cannabinoides. En el caso del THC, la molécula responsable de los efectos psicoactivos del cannabis, las plantas de cáñamo poseen cantidades mínimas, incluso en sus flores, por lo que no generan efectos o alteraciones sobre la percepción. Esta es precisamente la razón por la que su uso en productos alimentarios y cosméticos se considera seguro y legal en muchos lugares.
En cuanto al CBD (cannabidiol), aunque el cáñamo es una de las principales fuentes de este compuesto, las semillas no lo concentran en grandes cantidades. Su aporte es muy reducido, pero siguen siendo parte de una planta rica en sustancias naturales que la ciencia investiga por su posible capacidad para modular funciones internas como la inflamación o la respuesta al estrés. En otras palabras, las semillas no son una fuente directa de cannabinoides potentes, pero sí pertenecen a un ecosistema vegetal que ha despertado un gran interés científico por su potencial funcional.
Una semilla pequeña con un potencial amplio
Aunque a simple vista pueden parecer sencillas, las semillas de cáñamo concentran una combinación interesante de nutrientes y compuestos naturales que las han posicionado en el centro de investigaciones recientes. Su aceite, en particular, ofrece un perfil rico en ácidos grasos, antioxidantes y micronutrientes que podría tener múltiples aplicaciones, desde el cuidado de la piel hasta la salud cardiovascular. Más allá de modas o tendencias, se trata de un ejemplo de cómo la ciencia está redescubriendo el valor de plantas tradicionales para comprender mejor sus posibilidades en nuestra vida cotidiana.
Referencias
- Chen, H., Xu, B., Wang, Y., Li, W., He, D., Zhang, Y., Zhang, X., & Xing, X. (2023). Emerging natural hemp seed proteins and their functions for nutraceutical applications. Food Science and Human Wellness, 12(4), 929–941. https://doi.org/10.1016/j.fshw.2022.10.016
- Kamle, M., Mahato, D. K., Sharma, B., Gupta, A., Shah, A. K., Mahmud, M. M. C., Agrawal, S., Singh, J., Rasane, P., Shukla, A. C., & Kumar, P. (2024). Nutraceutical potential, phytochemistry of hemp seed (Cannabis sativa L.) and its application in food and feed: A review. Food Chemistry Advances, 4, 100671. https://doi.org/10.1016/j.focha.2024.100671
- Tănase Apetroaei, V., Pricop, E. M., Istrati, D. I., & Vizireanu, C. (2024). Hemp Seeds (Cannabis sativa L.) as a Valuable Source of Natural Ingredients for Functional Foods-A Review. Molecules (Basel, Switzerland), 29(9), 2097. https://doi.org/10.3390/molecules29092097



