Aunque su nombre no sea tan conocido, los terpenos son una de las piezas más importantes de los productos derivados del cannabis, incluido el CBD. Son los causantes de lo primero que notas al acercarte a una flor o a un trozo de hachís: su aroma. Esa fragancia, única en cada variedad, viene de los terpenos, compuestos naturales que la planta produce por sí misma. Pero su papel no se queda ahí. Muchos expertos explican que estos compuestos también podrían participar en cómo percibimos los efectos del cannabis. En el caso del hachís de CBD, los terpenos no solo definen su olor, sino también su carácter general.
Qué son los terpenos y su papel en el CBD
Los terpenos son compuestos naturales presentes en casi todas las plantas del planeta. Son los responsables de muchos de los aromas que reconocemos en la naturaleza: el del pino, los cítricos, la lavanda o el romero, y también de los distintos olores característicos del cannabis. Cada uno tiene una estructura química distinta, y eso hace que su aroma también sea distinto. Por ejemplo, el limoneno huele a cáscara de limón, el pineno a bosque de pinos, el linalool a flores y el mirceno a tierra húmeda o lúpulo.
En la planta de cannabis, los terpenos se producen en los tricomas, esas diminutas glándulas transparentes que cubren las flores y que también fabrican cannabinoides como el CBD. Allí se almacenan hasta que el calor o la manipulación los liberan en forma de aroma. Según Sommano et al. (2020), estos compuestos no son solo un perfume vegetal: cumplen funciones de defensa, atrayendo o ahuyentando insectos, y además podrían contribuir a las sensaciones que asociamos con el cannabis, como relajación, concentración o energía, dependiendo de la combinación que predomine.
En el CBD, los terpenos aportan algo más que aroma: crean el entorno químico en el que el cannabidiol actúa. Esa combinación es lo que muchos llaman el “efecto séquito” o entourage effect, donde los compuestos trabajan juntos potenciando o modulando sus acciones (Russo, 2011).
Qué hacen los terpenos en el hachís
Cuando hablamos de hachís, hablamos de resina concentrada. Se obtiene separando los tricomas de las flores y compactándolos, lo que concentra tanto los cannabinoides como los terpenos. Por eso el hachís tiene un olor tan penetrante y distinto al de las flores secas.
Durante la elaboración, parte de los terpenos más volátiles se evapora, especialmente si hay calor o presión, mientras que otros más pesados, como los sesquiterpenos, permanecen. Sommano et al. (2020) señala que los tricomas grandes, llamados pedunculados, son los que más monoterpenos concentran, mientras que los más pequeños, presentes en las hojas cercanas a la flor, contienen más sesquiterpenos. Este equilibrio cambia al hacer hachís: se pierden algunos aromas frescos, pero se intensifican las notas profundas y resinosas.
El resultado es un producto con una firma aromática compleja, más cálida y terrosa, donde los terpenos más estables, como el β-cariofileno o el humuleno, dominan sobre los más ligeros.
Aromas del hash y los terpenos
Si alguna vez has olido distintos tipos de hachís, habrás notado que cada uno tiene su propio “carácter”. Ese carácter viene directamente del perfil terpénico. El hachís de CBD suele tener notas más suaves, herbales y ligeramente dulces, aunque puede variar dependiendo de las genéticas utilizadas y los métodos de procesamiento.
Cada terpeno deja una huella reconocible: el β-mirceno aporta un tono terroso y húmedo, el limoneno un toque cítrico y brillante, el β-cariofileno recuerda a la pimienta o a la madera especiada. Existen muchísimos terpenos y todas sus combinaciones hacen que cada variable, incluso cada producto individual, tenga un perfil único. La combinación de estos compuestos crea un equilibrio aromático que no solo diferencia un tipo de hachís de otro, sino que también influye en la experiencia sensorial al usarlo.
Más allá del aroma de los terpenos
Aunque el olor es su característica más evidente, los terpenos también pueden tener efectos biológicos complementarios. Según Sommano et al. (2020), algunos de ellos podrían influir en nuestro estado de ánimo o en la percepción de bienestar.
Por ejemplo, el limoneno se ha estudiado por su relación con neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, asociados al equilibrio emocional. El linalool, típico de la lavanda, se vincula con sensaciones de calma. Y el β-cariofileno puede interactuar con receptores del sistema endocannabinoide (los CB2), que se relacionan con la inflamación y el dolor, sin generar efectos psicoactivos.
Esto significa que los terpenos no actúan como cannabinoides, pero sí pueden acompañar y matizar la forma en que el cuerpo reacciona a ellos. En el hachís de CBD, esta sinergia ayuda a crear una experiencia sensorial rica y equilibrada, donde aroma y efecto se entrelazan.
Potenciales efectos del hachís
El hachís de CBD puede ofrecer diferentes sensaciones según su composición y el perfil de terpenos que contenga. Sommano et al. (2020) menciona varios efectos potenciales asociados a los terpenos del cannabis. Diversos investigadores han desarrollado estudios especializados en algunos terpenos, y sería imposible listarlos todos aquí, pero estos son algunos de los efectos asociados que ejemplifican el potencial de los terpenos.
- β-Mirceno: podría favorecer la relajación y la sensación de calma corporal.
- β-Cariofileno: se asocia a potenciales efectos antiinflamatorios y protectores.
- Limoneno: podría influir positivamente en el ánimo y ayudar a reducir la tensión.
- Linalool: se ha estudiado por sus posibles efectos calmantes a través del aroma.
- Pineno: relacionado con la concentración y la claridad mental.
El equilibrio entre estos compuestos define el carácter del hachís de CBD, que puede variar desde perfiles más relajantes hasta otros más estimulantes según su origen y sus combinaciones.
Cómo reconocer los terpenos en el hash
Aunque no se vean a simple vista, los terpenos del hachís se pueden intuir por el aroma y la textura. Un hachís fresco y bien elaborado suele tener un olor vivo, que recuerda a bosque, madera, hierbas o frutas. Si el aroma es plano o demasiado tenue, probablemente ha perdido parte de sus terpenos por exceso de calor o mala conservación.
Puedes orientarte con algunos indicadores sencillos:
- Un toque cítrico o dulce indica presencia de limoneno.
- Un olor a tierra o humedad suele venir del mirceno.
- Las notas especiadas o amaderadas delatan al cariofileno o al humuleno.
- Un aroma a pino o resina señala pineno.
El color también puede decir mucho: los tonos dorados o marrones claros suelen conservar mejor los terpenos que los oscuros o muy secos. Cuanto más fresca y resinosa se perciba la masa, mayor probabilidad de que sus compuestos aromáticos sigan activos.
Diferencias entre los terpenos del hachís y las flores de CBD
Aunque ambos provienen de la misma planta, el perfil de terpenos del hachís no es idéntico al de las flores. Las flores conservan mejor los monoterpenos, que son más volátiles y ligeros, responsables de los aromas frescos y frutales. En cambio, el hachís tiende a concentrar los sesquiterpenos, más pesados y estables, que aportan olores más densos, como madera, resina o especias.
Durante el proceso de extracción, el calor y la presión modifican el equilibrio químico. Algunos terpenos se oxidan o desaparecen, pero al mismo tiempo otros se concentran y crean un nuevo perfil más profundo. Por eso, mientras las flores de CBD huelen a campo fresco o cítricos, el hachís desprende una fragancia más madura, resinosa y envolvente.
Ambos comparten la misma esencia química, pero el hachís es una versión condensada y transformada de ese perfume vegetal.
Lo que hace únicos a los terpenos del hachís de CBD
Lo fascinante de los terpenos es que dan una identidad única a cada planta: cada variedad, cada clima y cada método de elaboración cambia su tono. En el hachís de CBD, esa identidad se concentra, se vuelve más cálida y más profunda. Los aromas que desprende derivan de la flor que los produjo, pero el modo en que fue tratada y el tiempo que ha pasado desde entonces también dan una nueva identidad irrepetible a cada hash CBD.
Más allá de su fragancia, los terpenos son un puente entre lo sensorial y lo biológico. Le dan identidad al hachís, pero también lo conectan con nuestro propio cuerpo y memoria olfativa. Si quieres explorar todas las posibilidades de variedades, opta por la seguridad y la confianza de los Hash CBD de Gorilla Grillz, con un mundo de perfiles aromáticos para descubrir.
Referencias
Sommano, S. R., Chittasupho, C., Ruksiriwanich, W., & Jantrawut, P. (2020). The Cannabis Terpenes. Molecules (Basel, Switzerland), 25(24), 5792. https://doi.org/10.3390/molecules25245792
Russo E. B. (2011). Taming THC: potential cannabis synergy and phytocannabinoid-terpenoid entourage effects. British journal of pharmacology, 163(7), 1344–1364. https://doi.org/10.1111/j.1476-5381.2011.01238.x
