Cuando pensamos en plantas de cannabis destinadas al CBD, es fácil imaginar hojas, flores o aromas característicos. Sin embargo, gran parte de lo que ocurre en una planta sucede fuera de nuestra vista, justo debajo de la superficie.
Para los cultivadores, entender el suelo y el sustrato no es solo una cuestión técnica, sino una forma de crear un entorno estable donde la planta pueda crecer de la mejor forma. ¿Cuáles son los secretos a los que prestan atención los cultivadores de flores CBD?
Importancia del suelo y el sustrato en el cultivo
El suelo y el sustrato son, en esencia, el lugar donde la planta se sostiene, se hidrata y se alimenta. Podríamos decir que son el hogar que acompaña a la planta durante todo su desarrollo. Este entorno vivo influye en cómo crece, cómo se adapta y cómo responde a lo que ocurre a su alrededor.
En cualquier cultivo, se busca que el entorno donde crecen las raíces sea lo más equilibrado posible. Cuando hablamos de suelo, nos referimos a la tierra natural, formada a lo largo del tiempo por minerales, materia orgánica y vida microscópica. El sustrato, en cambio, es una mezcla preparada por las personas, hecha con distintos materiales, que cumple la misma función que el suelo cuando no se cultiva directamente en tierra.
Características ideales del suelo y el sustrato para CBD
Tanto en suelo como en sustrato, el objetivo es el mismo: que el agua llegue a las raíces sin quedarse estancada, que el aire pueda circular bajo la superficie y que los nutrientes estén disponibles de forma constante. Cuando alguna de estas condiciones falla, la planta lo nota, aunque los efectos no siempre se vean de inmediato.
Con esta idea en mente, los cultivadores buscan la integración de distintas características para encontrar el equilibrio ideal, entendiendo que agua, aire y nutrientes están siempre conectados.
Agua y aire en el sustrato del CBD
Las raíces de una planta necesitan agua, pero también necesitan aire. Puede sonar extraño al principio, pero ocurre algo parecido a lo que pasa con una esponja de cocina. Si está completamente seca, no sirve. Si está siempre chorreando, empieza a oler mal y a estropearse. El punto medio es donde mejor funciona.
En el caso del CBD, este equilibrio es especialmente importante. Si el sustrato retiene demasiada agua durante mucho tiempo, las raíces tienen dificultades para “respirar” y pueden aparecer problemas. Si, por el contrario, el agua se pierde demasiado rápido, la planta puede pasar por periodos de estrés.
El tipo de suelo o sustrato determina cuánto tiempo permanece el agua ahí abajo y cómo se distribuye. Por eso los cultivadores prestan tanta atención a las características que permiten que el agua esté disponible de forma adecuada.
Características químicas básicas de un sustrato para CBD
Las características químicas de el suelo y el sustrato se refieren a su estabilidad y disponibilidad de nutrientes. Cuando se habla de un sustrato estable, se quiere decir que el entorno donde están las raíces no cambia bruscamente con el tiempo. Mantiene condiciones similares día tras día. La disponibilidad de nutrientes, por su parte, significa que esos nutrientes estén accesibles para la planta cuando los necesita, sin desaparecer de golpe ni concentrarse todos a la vez. Cuando el suelo o el sustrato cambia demasiado rápido, la planta tiene que adaptarse constantemente, y ese esfuerzo continuo puede afectar su desarrollo general.
La vida del suelo en cultivos de CBD
Aunque no se vea, el suelo está lleno de vida. En él habitan microorganismos que interactúan con las raíces y con el entorno que las rodea. Algunos ayudan a que los nutrientes estén disponibles, otros compiten con organismos menos deseables, y muchos simplemente forman parte del equilibrio natural del sistema.
Esta vida microscópica no se entiende como algo negativo cuando hablamos de cultivo. Al contrario, un suelo con diversidad suele ser un más resiliente. La clave está en el equilibrio, no en la eliminación total de esa vida invisible.
Materiales más utilizados en sustratos para CBD
Cuando no se cultiva directamente en suelo natural, se utilizan sustratos preparados a partir de distintos materiales. Algunos de los más comunes son la fibra de coco, la turba o la perlita. Cada uno tiene propiedades físicas diferentes.
La fibra de coco, por ejemplo, suele destacar por su capacidad para dejar pasar el aire, mientras que la turba retiene más agua. La perlita, por su parte, crea espacios de aire que ayudan al drenaje. Ninguno de estos materiales es “mejor” por sí solo; todo depende de cómo se combinen y de qué se busque en cada caso.
Por eso, más que hablar de materiales buenos o malos, los cultivadores piensan en qué aporta cada uno al conjunto.
Por qué se usan mezclas de sustrato para el CBD
Las mezclas permiten equilibrar características distintas en un solo entorno. Al combinar materiales, se puede ajustar cuánto aire y cuánta agua retiene el sustrato, y cómo se comporta con el paso del tiempo.
Esta práctica busca crear un entorno más estable y adaptable. Es una forma de compensar las limitaciones de cada material individual y aprovechar lo mejor de cada uno.
Por qué no existe un sustrato perfecto para el CBD
Una de las ideas más repetidas entre quienes conocen este mundo es que no existe un sustrato ideal que funcione siempre y en cualquier situación. El entorno, el tipo de planta y el sistema de cultivo influyen en qué decisiones tienen más sentido.
En lugar de recetas universales, se habla de adaptación. Entender cómo responde la planta a su entorno y ajustar el suelo o el sustrato en consecuencia es parte del conocimiento que se va construyendo con el tiempo.
Mirar el CBD desde la tierra hacia arriba
Aprender cómo funciona el suelo y el sustrato abre una ventana fascinante a todo lo que ocurre detrás del CBD que conocemos. Entender que hay un mundo complejo y cuidadosamente observado bajo la superficie ayuda a apreciar mejor sus particularidades.
Cuando miramos el CBD desde esta perspectiva, deja de ser solo un compuesto y se convierte en el resultado de un equilibrio delicado entre la planta y su entorno. Nos permite comprender el universo fascinante que hay detrás de cada compra de CBD.
Referencias
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Trancoso, I., de Souza, G. A. R., dos Santos, P. R., dos Santos, K. D., de Miranda, R. M. d. S. N., da Silva, A. L. P. M., Santos, D. Z., García-Tejero, I. F., & Campostrini, E. (2022). Cannabis sativa L.: Crop Management and Abiotic Factors That Affect Phytocannabinoid Production. Agronomy, 12(7), 1492. https://doi.org/10.3390/agronomy12071492



