El cáñamo, como todas las plantas, pasa por procesos biológicos fascinantes que muchas veces parecen misteriosos o incluso mágicos para quienes no conocemos el detalle de como funciona la vida vegetal. Sin embargo, entender cómo surgen las flores de CBD es algo que despierta mucha curiosidad, sobre todo porque este compuesto ha ganado un papel importante en el bienestar, la investigación científica y distintas industrias que aprovechan sus propiedades naturales.
Hoy te contaremos, paso a paso, qué ocurre dentro de la planta durante las fases de prefloración y floración. Nos basaremos en la investigación de Steel, Welling, Ristevski, Johnson y Gendall (2023), quienes analizaron a fondo los mecanismos que explican el comportamiento de floración en Cannabis sativa. Pero no te preocupes: lo haremos de manera sencilla de entender, incluso para quienes, sin conocer mucho sobre su mundo, sienten curiosidad por esta increíble planta.
Qué es la fase de floración
Para entender la floración, primero hay que saber que el cáñamo pasa por dos grandes etapas en su vida. La primera es la fase vegetativa, que es cuando la planta se dedica a crecer. En ese momento concentra su energía en formar hojas, tallos fuertes y raíces más profundas. Su estructura se desarrolla rápido, porque necesita una base firme para sostener el resto del ciclo.
Luego llega la fase de floración, en la que la planta cambia su comportamiento. Deja de enfocarse en crecer y comienza a producir flores. En esta etapa, su metabolismo se reorganiza por completo: lo que antes se destinaba al desarrollo del tallo y las hojas ahora se dirige hacia las estructuras reproductivas: las flores. Para quienes nos interesa el CBD, este proceso tiene un añadido importante, pues es aquí donde aparecen los tricomas. Estas diminutas glándulas transparentes recubren las flores y son, en términos simples, las “fábricas químicas” del cáñamo. En su interior se producen los cannabinoides como el CBD, que dan a estas flores sus características únicas y potenciales beneficios.
Todo esto es un proceso gradual que depende de señales internas y externas. La planta “sabe” cuándo comenzar según la luz que recibe, su edad, la temperatura o incluso el entorno donde crece.
Qué es la prefloración
Entre la fase vegetativa y la floración completa hay un punto intermedio llamado prefloración. Este momento marca el inicio de la transformación interna de la planta. Todavía crece, pero ya empieza a mostrar signos claros de que se está preparando para florecer.
Durante la prefloración aparecen pequeñas flores solitarias en los nudos, que son las uniones entre el tallo y las ramas. Estas flores son un aviso que indican que el ciclo vegetativo está llegando a su fin. Sin embargo, el crecimiento no se detiene de inmediato. El cáñamo continúa desarrollando ramas y hojas mientras activa, dentro de sus células, una serie de mecanismos que cambian su rumbo biológico.
En esta etapa, ciertas hormonas y genes se reorganizan. Algunos que favorecían el crecimiento vegetativo disminuyen su actividad, mientras otros que controlan la floración se activan. Este equilibrio interno permite que la planta realice una transición suave y ordenada, lo que es clave para que las flores se desarrollen correctamente.
Etapas del proceso de floración
Según la investigación de Steel y su equipo, el proceso de floración puede dividirse en cuatro momentos clave. Cada uno representa una fase distinta en la maduración de la planta y en la formación de las flores que finalmente darán origen a las inflorescencias.
Inicio floral
El inicio floral es el verdadero punto de partida de la floración y el cierre definitivo de la etapa vegetativa. En este momento ocurre lo que los investigadores llaman inducción floral, que básicamente significa que el cuerpo de la planta recibe la señal para empezar a producir flores en lugar de seguir generando hojas. Esa señal puede venir del fotoperiodo, es decir de los cambios en las horas de luz y oscuridad, o de la propia madurez de la planta.
A partir de esa señal, el tallo comienza a producir pequeñas flores axilares, que se forman justo donde las ramas se unen al tallo principal. Estas flores son las primeras manifestaciones visibles del cambio, una especie de antesala del proceso que está por desarrollarse.
Formación de ramas y ramificación
En la siguiente etapa, la planta reorganiza su estructura. Comienza a generar ramas secundarias que pueden dividirse en otras más pequeñas. Esta ramificación tiene el propósito de crear más puntos de floración y distribuir mejor los recursos.
Durante este periodo, el cáñamo refuerza sus tallos y redirige la energía hacia las zonas donde aparecerán las flores. El crecimiento en altura disminuye, y en cambio se concentra en ensancharse y preparar la base que sostendrá las futuras inflorescencias.
Inicio de la floración de la inflorescencia
Una inflorescencia es un grupo de flores que crecen muy cerca unas de otras y comparten un mismo eje o tallo. En el cáñamo, estas estructuras pueden formarse tanto en la parte superior de la planta como en las ramas laterales.
En esta etapa, las flores que se formaron antes comienzan a agruparse en racimos. El proceso se acelera y la planta empieza a concentrar más cannabinoides en los tricomas que recubren las flores jóvenes. Es también cuando las flores femeninas adquieren más protagonismo, pues son las que desarrollan la mayor cantidad de compuestos.
Floración terminal
La floración terminal es el momento en que la planta alcanza su madurez reproductiva. La punta del tallo, que antes producía hojas, se convierte completamente en una flor o en un grupo compacto de ellas.
A partir de aquí, el crecimiento vegetativo se detiene por completo. Toda la energía se concentra en que las flores se desarrollen, se llenen de tricomas y alcancen su forma y estructura definitiva. Es el cierre del ciclo de floración y también el punto en que la planta expresa todo su potencial químico y biológico.
En qué momentos ocurre la prefloración y la floración del CBD
Las fases de prefloración y floración no ocurren en un tiempo fijo. Dependen de varios factores, principalmente de la genética y del tipo de planta. Los científicos que estudiaron este proceso identificaron tres grupos principales según la velocidad con que florecen.
Las variedades tempranas inician la floración alrededor de las seis u ocho semanas después de germinar. Las intermedias lo hacen entre las ocho y doce semanas, y las tardías pueden tardar hasta cuatro meses en completar el proceso.
Además, el fotoperiodo, las horas de luz y oscuridad, influye de manera importante. Cuando los días se acortan y las noches se alargan, la planta interpreta que ha llegado el momento de florecer. En ambientes controlados, donde se puede modificar la luz artificial, este principio se utiliza para ajustar el momento exacto en que ocurre la floración.
Cada variedad reacciona de forma distinta según su origen. Las plantas que provienen de zonas más frías tienden a florecer antes, mientras que las de regiones cálidas suelen hacerlo más tarde. Todo dependerá de la genética particular de cada semilla.
Floración y producción de cannabinoides
Durante la floración se desarrolla la parte más activa del cáñamo en términos químicos: los tricomas. Con el paso del tiempo, ****empiezan a multiplicarse y a llenarse de los compuestos que caracterizan estas flores, empezando por el mismo CBD.
Si observas una flor de cáñamo en esta fase, verás que los tricomas parecen pequeñas gotas transparentes o cristales. A medida que pasa el tiempo, esos tricomas cambian de aspecto: primero se ven claros y brillantes, luego adoptan un tono lechoso y, finalmente, un tono ambar. Muchos cultivadores consideran el inicio de la transición entre estas últimas dos fases: la lechosa y la ambar, como el momento ideal para la cosecha, pues es allí cuándo la planta ha alcanzado la madurez en términos de su producción química.
Las condiciones del entorno son cruciales en este periodo. La luz, la temperatura y la humedad influyen directamente en la cantidad y calidad de tricomas que se desarrollan. Este equilibrio es lo que permite que las flores adquieran sus características finales, tanto en composición química como en apariencia y aroma.
Un ciclo que revela la inteligencia natural del cáñamo
El proceso de prefloración y floración del cáñamo es una muestra del nivel de precisión con el que la la vida aparece en la naturaleza. En pocas semanas, una planta pasa de concentrarse en crecer a destinar toda su energía a producir estructuras complejas que albergan una enorme diversidad de compuestos.
Cada etapa, desde la primera flor solitaria hasta las inflorescencias maduras cubiertas de tricomas, responde a una secuencia perfectamente coordinada que permite el desarrollo pleno de las plantas. Para los cultivadores, comprender cómo funciona este proceso es fundamental para obtener los mejores productos de CBD posibles. Pero para todos los demás es también una forma de admirar la capacidad del cáñamo para adaptarse, transformarse y aportar su potencial a distintos ámbitos de la vida.
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Referencias
Steel, L., Welling, M., Ristevski, N., Johnson, K., & Gendall, A. (2023). Comparative genomics of flowering behavior in Cannabis sativa. Frontiers in plant science, 14, 1227898. https://doi.org/10.3389/fpls.2023.1227898



